Pues no fue hasta el próximo año, solamente fueron 7 días mas y volvemos a realizar la peregrinación a Dalias, eso si esta vez teniamos un motivo especial y era acompañar a Aa en su primera peregrinación, no es mucha distancia pero en este caso se trataba de todo un reto. Hoy también nos acompañan Brrr, P, Crr, JM, M y como no A. Junto con los habituales, G y mi persona. De todos ellos recojo el guante que se lanzo para futuras salidas.
La ruta la empezamos a las 5 pasadas, por lo que era de esperar que nos atrapase la noche en el camino. El recorrido es el mismo que hicimos la semana pasada desde Balerma, por lo que tenemos que seguir el curso de la carretera todo el tiempo. Pero se nota un ambiente distinto a la semana anterior, ya que hoy es “día oficial” de subida y se nota la afluencia de peregrinos. Unos van patrocinados por Quechua (entre los que me encuentro) y parece que van a enfrentarse a la ruta de su vida, otros no van nada preparados (zapatillas de casa y bata de los peos) que parece que lo hacen todos los días después de la novela y luego otros lo hacen descalzos o cumpliendo alguna promesa. Pero entre todos existe el clima cordial que se produce en las peregrinaciones, a veces parece que fuésemos jugando a la “peste” con el resto de peregrinos.
La ruta la empezamos a las 5 pasadas, por lo que era de esperar que nos atrapase la noche en el camino. El recorrido es el mismo que hicimos la semana pasada desde Balerma, por lo que tenemos que seguir el curso de la carretera todo el tiempo. Pero se nota un ambiente distinto a la semana anterior, ya que hoy es “día oficial” de subida y se nota la afluencia de peregrinos. Unos van patrocinados por Quechua (entre los que me encuentro) y parece que van a enfrentarse a la ruta de su vida, otros no van nada preparados (zapatillas de casa y bata de los peos) que parece que lo hacen todos los días después de la novela y luego otros lo hacen descalzos o cumpliendo alguna promesa. Pero entre todos existe el clima cordial que se produce en las peregrinaciones, a veces parece que fuésemos jugando a la “peste” con el resto de peregrinos.
Aa es nuestro protagonista en esta subida y al principio tiene momentos de todos, y es que el principio no fue fácil ya que se tiene que ir muy pendiente de los vehículos. Al cruzar la autovía, una vez realizado el descanso de la gasolinera empieza a recuperarse y nos ofrece su mejor cara, manteniendo un ritmo bueno e incluso abriendo paso en algún momento. La siguiente parada fue en la Ermita de Santa Ana, momento de barritas y algún bocadillo (de todos los tamaños), y a partir de aquí se nos hace mas corto hasta que llegamos a la “carrera oficial”, pero claro, algunos sabíamos donde estaban los atajos. Y el trozo final hasta la carretera decidimos hacerlo campo a través para darle un poco mas de emoción a la cosa (aunque por ello nos perdimos los caramelos y el botijo).
Una vez en la carretera toca sacar los reflectantes, ya esta anocheciendo y va un gentío dirección a Dalias. Tanto que una vez entramos en la muchedumbre el grupo se separa un poco, resulta imposible seguir juntos. Una vez nos cae la noche, Aa empieza a flaquear, pero quien peor lo pasa es A que tenia mucho frío en el cuello, tanto que Aa tiene que hacerle el favor de subirse encima de el para taparlo un poco y que no se resfríe, todo un gesto.
Una vez en la entrada del pueblo toca foto de rigor y hacer los últimos metros, lo hemos logrado, ya hemos llegado a Dalias.