lunes, 17 de septiembre de 2007

ROQUETAS DE MAR - DALIAS 15-09-07


Esta ha sido la primera etapa de esta temporada, y esta vez hemos sido G, FJ y N. Por circunstancias hemos sido menos, a ver si para la próxima nos viene mejor a todos y nos volvemos a juntar. Bueno, la etapa la iniciamos desde Roquetas de Mar a las 8:45 de la mañana, y salimos en dirección a la Mojonera. El camino lo iniciamos por un recorrido urbano de aproximadamente 2 Km, saliendo por los Cortijos de Marín. El principio se pasa bastante rápido, por ahora el camino esta claro y la temperatura acompaña bastante. Y gracias a un argentino un tanto ateo nos facilita el dato de que mucha gente, palo de la fregona en mano, nos precede, y nos da el primer chascarrillo del día “para que mierda hacéis esto”, ¿qué responder a eso? Pues muchas cosas, pero la mejor opción seguir dejándolo con su intriga.

Salimos de los Cortijos de Marín por la carretera principal y ahí tenemos que tomar nuestra primera decisión importante. Seguimos un camino de invernaderos que se nos insinúa mas corto o bien seguimos el camino teóricamente mas largo????? Pues como no, decidimos seguir el camino del “tomate” y aventurarnos por los invernaderos. Y nada mas empezar las primeras sospechas, la dirección de ese camino parece que se separa de nuestro destino, pero aún así seguimos con la esperanza de que girase. Efectivamente corregimos le camino, y ahora si parece que es correcto, pero donde esta “el grajo”. Ummmmm. Empezamos a ser conscientes de nuestro error, y el café que queríamos tomar tiene que retrasarse bastante.

Un invernadero mas, se incrementa el calor, no corre el aire y la sensación de bochorno va incrementándose, los Km van pasando y nos acercamos a las 12 del mediodía. Y a esa hora por fin llegamos a ver algo de civilización, el Polígono La Redonda. Han sido 2 horas entre invernaderos muy largas, para luego salir a un punto que pienso se distancia de lo esperado, ya que queriamos salir a Sta Maria del Águila, unos 3 Km mas allá.

Pero todo tiene su recompensa y una tapa de ensaladilla, una tapa de carne con tomate y un café para G. Y en esa parada disfrutamos también de los plátanos para reponer. El siguiente objetivo debería ser Sta Maria del Águila, pero llegamos allí con muy buen ritmo, especialmente G que es imparable tras la dosis de platano+cafeina. Y tomamos la segunda decisión errónea, continuar hasta Pampanico sin parar.

Son las 13 horas, y ahí estamos, son 6 Km los que nos separan de Pampanico pero se hacen eternos, tres rotondas, con una distancia infernal entre cada una, y vamos por la carretera, un coche, otro, otro, una moto eeeeeeehhhhhheeeeehhhheeeehhhhoooooo, otro coche, y solo dos sombras que aprovechamos para un buchito de agua. Las ganas de llegar al descanso apretan, y me decido a pegar un apretón hasta la siguiente curva pensando que detrás estaba la Ermita que era nuestro punto de parada, pero no, detrás de esa curva, otra curva. Descanso y otro trago de agua. Seguimos hasta por fin llegar al parque y junto a 2 mil millones de hormigas poder comernos el bocadillo (o las tapas para FJ).

Y todo tiene su explicación, hasta aquí han sido 23 Km de recorrido, con solamente una parada, no éramos conscientes de lo que hacíamos, pero el cuerpo si notaba ese cansancio. Media hora con los pies la aire, dos bocadillos después y con bastante agua en el cuerpo nos decidimos a hacer el último trozo.

FJ sale por delante, y nosotros paramos a tomar otro café antes de empezar la subida. Aquí por fin esta delimitada la zona para los “peregrinos”, y te puedes olvidar un poco de los coches. Hasta ahora el calor nos lo daban los invernaderos, pero ahora es el asfalto quien incomoda nuestro caminar. Vaya calor que desprende, como se calientan lo pies, esto a mas de uno le va a provocar sus ampollas (no fue nuestro caso). Tras media hora de subida ya vemos Dalias al fondo, y la entrada a su iglesia, donde nos espera el Cristo de la Luz, y también FJ con su lesión de tobillo, la falta de costumbre en ritmo continuo y un calzado en mi opinión poco apropiado fueron su debilidad. Pero por lo demás culminamos una etapa muy dura por el recorrido tan peculiar que se sigue.

En total han sido 28 Km en 7 horas (incluidos descansos), y aprovechar para animar a quien le corresponda a mejorar las condiciones del camino y hacer que esta marcha o peregrinación crezca un poco mas.

Ya al día siguiente fuimos para ver como el pueblo de Dalias le da su peculiar homenaje al Cristo de la Luz, aquí unas cuantas fotos.