domingo, 19 de octubre de 2008

Albox, tierra de ramblas

Hace tiempo que teníamos en mente subir al Saliente, para quien no lo conozca, se trata de un Santuario en honor a la Virgen del Saliente, esta situado en Albox y anualmente se produce una peregrinación nocturna desde la plaza del pueblo hasta el santuario que esta a unos 18 km aprox.

Aprovechando una boda decidimos subir al día siguiente, nos levantamos temprano, un café y a andar. Salimos desde La Venta, y nos vamos directos a la rambla para empezar a remontar, aunque sabemos que en ese día no vamos a encontrar nieve. Al pasar un acueducto nos encontramos el primer cruce, por un lado sigue la Rambla de Oria (izquierda) y a la derecha sigue la otra rambla, por llamarla de alguna manera. Siguiendo por esta segunda pasamos bajo un puente y nos volvemos a encontrar con otro dilema, a la derecha vemos unos montones de arena y a la izquierda o recto según se mire vemos la continuación de la rambla. Para nosotros ese era el camino correcto, a pesar de que repetidas veces nos habían avisado de que teníamos que tomar todos los desvíos de ramblas a la derecha.

Seguimos por lo que se conoce como Rambla En medio según comprobamos en un cartel, aproximadamente a un Km de ese punto parece que el camino que dejamos a nuestra derecha se vuelve a unir con la rambla, por lo que convencidos de nuestra dirección seguimos nuestra ruta. La rambla tiene bastante similitud con la de Tabernas, pero con bastantes higueras y demás árboles frutales a sus lados. Al poco pasamos una cortijada conocida como Los Coloraos, y seguimos pensando que nuestra dirección es correcta. Poco a poco la rambla se empieza a estrechar, y eso hace que se vuelva un poco mas atractiva y nos hace andar a buen ritmo. Cada vez el camino es mas estrecho y nos obliga a empezar a quitar cañas y demás matorrales para pasar algunas zonas, volvemos a encontrar otro desvío que decidimos tomar por la derecha tal como nos habían avisado.

Al poco empezamos a ver que el camino se estrecha mas, nos vemos obligados a agacharnos para pasar algunas zonas hasta que llega un punto que ya no podemos seguir avanzando, momento en que nos vemos obligados a tomar una decisión. Salir de la rambla para seguir su curso por arriba, así que volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar a un camino que vimos salir a nuestra izquierda. Al salir de la rambla empezamos a preocuparnos, ya que por lo que podemos ver solamente tenemos cerros y mas cerros a nuestro alrededor. El podómetro marca 12 km recorridos, y decidimos seguir el curso de la rambla ya que vemos se dirige a la Sierra del Saliente y por tanto se acerca a nuestro destino. Al poco de seguir el curso entre bancales de almendros vemos que llega un punto donde no podemos pasar, el terreno se vuelve mas abrupto y peligroso, decidimos volver otra vez sobre nuestros pasos para buscar otra ruta. Subimos a lo alto de una montaña para ver mejor donde estamos situados, y vemos algo parecido a un desierto de cerros, todos iguales a la derecha, a la izquierda para adelante y por detrás. Ya estamos preocupados y tenemos casi certeza de que nos hemos equivocado en algún momento. Momento de llamar a Vc que es conocedor de la zona, y cuando le decimos que hemos subido por la Rambla Enmedio comprende donde nos encontramos y nos recomienda dirigirnos hacia el Este, ya que esa rambla se encuentra entre la Rambla de Oria y Rambla del Saliente.

Empezamos a subir y bajar montañas en dirección Este, cada vez que volvíamos a subir una descubríamos que nos seguían quedando un centenar detrás, llegamos a la que parece la última y vuelven a aparecer veinte mas.

Después de unos cuantos Km de subidas y bajadas por fin llegamos a la carretera que se dirige a las Pocicas, a donde llegamos casi a las tres de la tarde y aun nos quedan por delante unos 7Km mas, el podómetro nos marca que hemos recorrido ya casi 20, por lo que tomamos la decisión de parar y avisar al coche escoba para que nos recoja en Las Pocicas, con el propósito de volver a hacer la subida en breve.

domingo, 12 de octubre de 2008

Amoladeras 12 Oct 08


Un domingo cualquiera, sin una ruta programada pero con ganas de salir a andar un rato. Así que la noche antes decidimos ir a las amoladeras a dar un paseo, e incluso planeamos ir después al Cabo para completar el día andando por allí. Y cual es nuestra sorpresa que nos encontramos una ruta preciosa, muy recomendable.

En el cartel de salida vemos que solamente son 5,5 Km de ruta, lo cual en principio nos parece algo corta y pensamos que vamos a terminar pronto. Se sale desde la parte de atrás del Centro de Visitantes de las Amoladeras, una vereda casi de arena que va entre las primeras pitas. Al principio muy contentos de lo que estábamos viendo y disfrutamos haciendo fotos. Al poco de salir la ruta se vuelve casi imperceptible y es el momento en que te das cuenta de donde estas, rodeado de pitas que tienen un color verde que es espectacular, que forman un paisaje lleno de encanto que hará las delicias de cualquier aficionado a la fotografía. En el primer trozo que comprende hasta que tienes que cruzar la carretera puedes observar toda la flora que vas a encontrar en ruta, por lo que sirve de acercamiento a las especies de esta zona tan peculiar.

Al cruzar la carretera se sigue por un camino mas marcado que discurre bordeando las pitas, poco a poco vas ganando altura y se empieza a formar una imagen fabulosa, con el bosque de pitas, todas tendidas por el viento de levante y el mar de fondo. Se continua el camino hasta llegar a una estación meteorológica, donde tomamos ya una carretera asfaltada que parece ya el final de la ruta y que nos devuelve a la carretera principal. Ahí tenemos que volver a cruzarla y entrar en el parking de la Casa Rural Las Amoladeras, al final del parking volvemos a encontrarnos con un camino que se adentra en las pitas, volvemos a estar en medio de un paisaje único. Al llegar a un cruce tomamos dirección al Centro de Visitantes, aunque existe la opción de seguir recto y llegar hasta la playa, con el inconveniente de que tienes que regresar por el mismo camino. Así que decidimos tomar el desvío, y poco a poco empezamos a ver conejos saltar ante nuestra presencia, el entorno nos ofrece imágenes que espero trasmitir con las fotos. Fueron incontables el número de conejos que pudimos ver, ya que se notaba que habíamos entrado en una zona muy tranquila y que apenas se había alterado la ruta para hacerla mas atractiva. Tanto que en algunos momentos es difícil saber por donde continua el sendero. Todo esto te hace caminar en silencio, gozando de la experiencia y del paseo tan bonito que hemos dado.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Cristo de la Luz 21 Sep 08

Pues no fue hasta el próximo año, solamente fueron 7 días mas y volvemos a realizar la peregrinación a Dalias, eso si esta vez teniamos un motivo especial y era acompañar a Aa en su primera peregrinación, no es mucha distancia pero en este caso se trataba de todo un reto. Hoy también nos acompañan Brrr, P, Crr, JM, M y como no A. Junto con los habituales, G y mi persona. De todos ellos recojo el guante que se lanzo para futuras salidas.

La ruta la empezamos a las 5 pasadas, por lo que era de esperar que nos atrapase la noche en el camino. El recorrido es el mismo que hicimos la semana pasada desde Balerma, por lo que tenemos que seguir el curso de la carretera todo el tiempo. Pero se nota un ambiente distinto a la semana anterior, ya que hoy es “día oficial” de subida y se nota la afluencia de peregrinos. Unos van patrocinados por Quechua (entre los que me encuentro) y parece que van a enfrentarse a la ruta de su vida, otros no van nada preparados (zapatillas de casa y bata de los peos) que parece que lo hacen todos los días después de la novela y luego otros lo hacen descalzos o cumpliendo alguna promesa. Pero entre todos existe el clima cordial que se produce en las peregrinaciones, a veces parece que fuésemos jugando a la “peste” con el resto de peregrinos.


Aa es nuestro protagonista en esta subida y al principio tiene momentos de todos, y es que el principio no fue fácil ya que se tiene que ir muy pendiente de los vehículos. Al cruzar la autovía, una vez realizado el descanso de la gasolinera empieza a recuperarse y nos ofrece su mejor cara, manteniendo un ritmo bueno e incluso abriendo paso en algún momento. La siguiente parada fue en la Ermita de Santa Ana, momento de barritas y algún bocadillo (de todos los tamaños), y a partir de aquí se nos hace mas corto hasta que llegamos a la “carrera oficial”, pero claro, algunos sabíamos donde estaban los atajos. Y el trozo final hasta la carretera decidimos hacerlo campo a través para darle un poco mas de emoción a la cosa (aunque por ello nos perdimos los caramelos y el botijo).

Una vez en la carretera toca sacar los reflectantes, ya esta anocheciendo y va un gentío dirección a Dalias. Tanto que una vez entramos en la muchedumbre el grupo se separa un poco, resulta imposible seguir juntos. Una vez nos cae la noche, Aa empieza a flaquear, pero quien peor lo pasa es A que tenia mucho frío en el cuello, tanto que Aa tiene que hacerle el favor de subirse encima de el para taparlo un poco y que no se resfríe, todo un gesto.

Una vez en la entrada del pueblo toca foto de rigor y hacer los últimos metros, lo hemos logrado, ya hemos llegado a Dalias.